Sigiriya, el tesoro de Sri Lanka - Panavisión Tours

Sigiriya, Sri Lanka

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Sigiriya, el tesoro de Sri Lanka

La roca de Sigiriya es uno de los lugares más espectaculares de toda la isla, una visita imprescindible

Sigiriya es una de las joyas de Sri Lanka que no puede perderse cuando viaje hasta esta isla del Índico. Un lugar que parece sacado de un cuento y que le revelará una historia espectacular. Desde que fue descubierta por los occidentales, a principios del siglo XX, se ha considerado uno de los lugares más increíbles de todo el mundo, hasta tal punto que está declarado Patrimonio de la Humanidad.

Sin duda, la Roca de Sigiriya es el elemento más notable de toda la zona. Se trata de una enorme roca, de 200 metros de altura, que parece que haya sido puesta a propósito en la inmensa llanura cubierta de selva que domina. En realidad se trata de un volcán, ya inactivo, que con el paso de las eras ha ido erosionándose hasta tener su aspecto actual.

Al visitar la roca no se puede perder las cuevas, uno de los elementos más característicos de la zona. Estas cavernas fueron usadas, ya en el siglo III a.C., como un monasterio budista, donde los monjes podían meditar en perfecta armonía con la naturaleza.

En la cara oeste de a roca de Sigiriya encontrará una de las joyas de este parque arqueológico, los impresionantes frescos que decoran la pared. Estas pinturas representan a más de 500 mujeres semidesnudas que van guiando a los viajeros que suben la roca. Estas ninfas de piel amarillenta se han convertido en un símbolo de Sri Lanka.

En la cima de la roca encontrará los restos que atestiguan la época de mayor esplendor de Sigiriya, alrededor del siglo V, cuando el rey Kassapa de Ceylán edificó en lo alto de la roca un palacio-fortaleza que hizo las veces de capital del reino.

Hoy día podrá descubrir las ruinas de este esplendoroso palacete. Entre los restos más destacados se encuentra la puerta de acceso a las escaleras que conducen a lo alto del promontorio. Se trata de las patas de un león, hechas de piedra que, custodiaban el portón, que estaba decorada como si fuese la boca de la bestia. Sin duda, una entrada espectacular.

Sin embargo, este palacio, que pudo haber sido una de las grandes maravillas de Sri Lanka, fue destruido pocos años después de su construcción debido a una guerra civil entre Kassapa y su hermano. Después de la derrota de Kassapa, la montaña volvió a servir como monasterio budista que fue abandonado paulatinamente con el paso de los siglos.

A los pies de la roca de Sigiriya se encuentra un extenso parque arqueológico que narra el breve periodo de tiempo en el que está roca fue el centro político de Ceylán. Encontrará los restos de pequeños edificios, jardines e incluso un foso que protegía la ciudad y convertía la plaza en un bastión casi inconquistable.

Alrededor de esta enorme roca, casi mágica, podrá sumergirse en uno de los rincones más especiales de Sri Lanka, donde se narra parte de la historia de este exótico reino y se respira un ambiente fantástico. No se pierda esta maravilla.