Bucarest, Rumanía, la pequeña París - Web oficial de Panavisión Tours

Bucarest, Rumanía

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Bucarest, Rumanía, la pequeña París

La capital de Rumanía es conocida como “la pequeña París" por su parecido con la capital francesa en los edificios modernistas y neoclásicos

Bucarest, Rumanía, también es conocida como “la pequeña París", ya que sus edificios modernistas y neoclásicos y sus anchas avenidas custodiadas por árboles recuerdan a la capital francesa.

Prueba de ello es el Arco del Triunfo de Bucarest. Turismo en este monumento recuerda, inevitablemente, a su homólogo parisino. El actual arco es el tercero que ocupa este lugar. El primero fue una construcción provisional de madera de 1878 para que las tropas desfilasen bajo él en la independencia de Rumanía. Para conmemorar el fin de la Primera Guerra Mundial se levantó otro, demolido en 1936. Finalmente, se volvió a construir este último.

En Bucarest, Rumanía, también destaca la avenida Victoria, donde podrá encontrar el Ateneo Rumano, un portentoso edificio neoclásico que le recordará a un templo griego; o Lipscani, un barrio bohemio repleto de teterías.

Las iglesias son uno de los monumentos más extendidos de Bucarest. Turismo en esta ciudad significa visitar alguno de los 250 templos que se levantan por toda la urbe. Destaca entre todas la iglesia rusa de San Nicolás. Este templo ortodoxo está construido según el más puro estilo ruso. Sus cúpulas coloridas se llevan gran parte de las fotografías de Bucarest.

Otro de los atractivos de Bucarest, Rumanía, que no puede perderse es el Museo de la Aldea, un enorme museo al aire libre que cuenta con 340 construcciones tradicionales del país. A lo largo de su exposición podrá contemplar la evolución de la arquitectura rural rumana desde el siglo XVII hasta el siglo XX.

Otro bello ejemplo de la arquitectura tradicional rumana es Hanul Manuc. Se trata de una posada del siglo XIX usada por los mercaderes que cruzaban Europa para vender sus mercancías. Destacan sus más de 100 habitaciones, sus patios y las caballerizas, donde se resguardaban las bestias de carga.

Su condición de capital también deja otros monumentos en Bucarest. Rumanía tiene en la ciudad la sede de sus gobiernos desde 1862. Prueba de ello es el palacio Real, antigua residencia de la monarquía rumana y hoy día sede de la Galería Nacional de Arte; o la Casa del Pueblo, construida por Ceaucescu, el dictador comunista, y que hoy día alberga el Parlamento. Es uno de los edificios administrativos más grandes del mundo, con cerca de 3.000 habitaciones, y uno de los recuerdos del pasado comunista del país.

Por último, no deje de visitar el parque Cismigiu, un agradable jardín urbano en medio de la ciudad. Alrededor de su lago podrá sentarse bajo la sombra de los árboles y relajarse. Disfrute viendo la vida cotidiana de los bucarestinos, que se reúnen en el parque para jugar al ajedrez bajo la atenta mirada de las estatuas de los escritores rumanos que pueblan el parque.