El tesoro del río Danubio: Budapest - Panavisión Tours

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El tesoro del río Danubio: Budapest

A través de un crucero por el Danubio podrá conocer Budapest, una de las ciudades más encantadoras de Europa

El río Danubio, Budapest y belleza parecen ir de la mano cuando visite la capital húngara a bordo de un crucero. Con esta excusa podrá conocer uno de los tesoros de Europa, una ciudad donde la historia medieval y el esplendor decimonónico se funden en la ribera del río.

El río Danubio ha sido de vital importancia en la historia de Budapest y es, además, uno de los atractivos más importantes de la ciudad. A bordo del crucero podrá contemplar en la orilla oeste Buda, la parte más medieval de la ciudad, y al otro lado Pest, donde se levantan la mayor parte de los edificios del siglo XIX que muestran el esplendor de los magiares –la etnia dominante en Hungría- en esa época.

Hasta el siglo XIX Buda y Pest fueron dos ciudades independientes separadas por el Danubio. Budapest se formó como tal con la unión de estos dos barrios gracias al Puente de las Cadenas, el primer puente fijo sobre el Danubio en Hungría. Esta pasarela es uno de los símbolos más reconocidos de la capital húngara, en parte gracias a su historia.

Navegando por el río de Budapest podrá contemplar una de las maravillas de la ciudad, el edificio del Parlamento. Esta colosal obra neogótica, que se levanta en la orilla del Danubio, en Pest, mide más de 200 metros de longitud. No se pierda detalle de su cúpula, que llega a alcanzar los 96 metros de altura.

Para asegurarse de contemplar las mejores vistas de la ciudad, podrá disfrutar de un paseo nocturno por el Danubio. Budapest ofrece una visión romántica y encantadora, con sus edificios históricos iluminados y dispuestos a ser fotografiados. Sin duda, una visión única que le enamorará de esta urbe.

Una vez en tierra, podrá sumergirse en una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad, donde cada edificio y cada calle tienen un atractivo singular. Comience en Pest, descubriendo el interior del esplendoroso edificio del Parlamento, donde el lujo del siglo XIX se deja paladear en los frescos y la ornamentación.

Podrá alejarse del Danubio, el río de Budapest, para pasear por la avenida Andrassy, la calle más famosa de Budapest, repleta de monumentos decimonónicos de casi todos los estilos historicistas –neogótico, neorrenacentista, neobarroco…- Así, podrá contemplar el edificio de la Ópera, la Academia de las Ciencias, el Museo Natural y, por supuesto, la impresionante Plaza de los Héroes, dedicada a las tribus de magiares que fundaron Hungría hace más de mil años.

Cruzar el Danubio en Budapest es toda una delicia. A través del Puente de las Cadenas, el más famoso de los puentes de la ciudad, podrá llegar hasta la zona medieval de la ciudad, Buda. En esta zona no podrá perderse las callejuelas del barrio del castillo o el Bastión de los Pescadores, un mirador que le permitirá disfrutar de unas vistas espectaculares del Danubio y Budapest.

También en la zona de Buda podrá disfrutar del monte Gellert. Aquí se encuentra la Ciudadela, una fortaleza construida por los Habsburgo y que hoy día es un museo dedicado a la Segunda Guerra Mundial. También está emplazado en esta colina el Monumento a San Gerardo, mártir cristiano que fue ejecutado en esta colina y a la que dio nombre. Desde este memorial tendrá unas fantásticas vistas del río de Budapest.

Por supuesto, también podrá visitar las iglesias de la ciudad. En Pest encontrará la Catedral de San Esteban, dedicado a San Esteban I, primer rey cristiano de Hungría. En su interior se guarda la reliquia más importante del país, la Santa Diestra, la mano derecha del monarca. En la otra orilla, en Buda, podrá disfrutar de la Iglesia de San Matías, un encantador edificio renacentista que se ha convertido en una de las iglesias más importantes de Budapest.

No dude en aprovechar su crucero por el Danubio a su paso por Budapest para hacer una excursión a la puszta húngara, un precioso paisaje natural compuesto por interminables llanuras de verdes pastos donde los caballos corretean tranquilamente. En la puszta el tiempo parece no transcurrir, lo que le permitirá disfrutar de las tradiciones y costumbres de los magiares.